

Reflejos
Víctor Hugo y “Nuestra Señora de París” Una obra célebre de la literatura francesa

“El Exilio” (1851-1870) y “El Patriarcado” (1870-1855), convierten a Hugo en un símbolo de la República, por su defensa de las ideas libertarias y revolucionarias que defienden el Sufragio Universal y la Enseñanza Laica y Obligatoria.
Como ya dijimos, Hugo fue un artista completo, un mago de la palabra, que destacó en todos los géneros literarios. En el prefacio de “Odas y Baladas” (1826), al pronunciarse por la libertad en el arte, asoció los dos sectores del Romanticismo (el Conservador y el Liberal), asegurando la unión del Movimiento, que se consolidó bajo la monarquía de Luis Felipe (1830-1948).
La Revolución francesa, un proceso que implicó uno de los cambios más profundos en el pensamiento occidental. La ideología de la Revolución Francesa, logró una total identificación con los pueblos europeos, convirtiéndose en el ideal social, político y cultural del siglo XIX, y los postulados contra la monarquía. Las ideas liberales transformaron no solo la política y la sociedad en general, sino también el arte y la literatura, modificándose las expresiones artísticas. Los nuevos escritores reaccionaron contra los preceptos y reglas del neoclasicismo y el academicismo imperante. Esta actitud influyó poderosamente en los movimientos posteriores, incluyendo el pensamiento, el arte y la filosofía del siglo XX.
Quasi Modo
Hugo representó durante mucho tiempo al típico romántico. Sin duda su personalidad lo distinguió como un hombre entusiasta y consecuente con sus ideas, un idealista inmerso en el complejo mundo de la política de su época.
En 1831 publicó su primera gran novela “Nuestra Señora de París”, una de las más representativas del Romanticismo, ambientada en el París Medieval. Cuenta la historia del deforme Quasi Modo, enamorado de la bella gitana Esmeralda.
El personaje de Quasimodo, el jorobado de Notre Dame de París, figura diestramente creada por Víctor Hugo, ha pasado a la historia como el ejemplo por antonomasia de “lo bello” en el arte y su sentido, en cuanto lo representado artísticamente, aunque sea grotesco o deforme, por la expresión del artista, pasa a ser un objeto bello. A pesar de su fealdad “Quasi Modo” es el personaje que predomina en toda la obra, de lo que se deduce que lo feo natural, cuando es representado artísticamente, puede originar una obra de suma belleza.
Víctor Hugo dio el giro hacia lo social, en 1862 cuando publica “Los Miserables”. Ambas novelas consiguieron grandes cuotas de calidad estética y literaria. Son obras célebres y muy influyentes de toda la literatura francesa.
ingridderodriguez@hotmail.com
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