

Rafael Octavio Lantigua
Realidad y cosas veredes
El dilema y disyuntiva fusionado por el oportunismo, están diezmando de hipocresía, y son recursos de la guerra sin cuartel y la lucha intestina y virtualmente virulenta que dirime el drama que husmea a desafío, inherente y cognitivo a enemistad, deseo de venganza y desafío: es el ambiente de la institución ejemplo o paradigma que fundara el ilustre profesor Juan Bosh.
En la lucha por una virtual supremacía o caprichos personales, aflora el oportunismo, la emociones de superioridad en donde se estila una feroz y antagónica rivalidad poco ejemplarizante que parece más un actitud acrática y ambigua, con un perfil sistémico hacia la involución, propio de un troglodismo de una época ya superada.
Después del discurso del actual mandatario(que en el interino, salió el mismo por la puerta grande y de frente), esto fue un paliativo para frenar el suspenso y dualidad de tránsfugas , pancistas y “lúmpenes soñadores”, así como arribistas, que siempre viven tirando sus anzuelos a ríos revueltos, como también muchos deslenguados que usan sus zarpas para tirar polvo y embardunar imágenes impolutas.
En nombre de la corrupción y la legalidad de marra, cifran sus esperanzas en hacer el agosto cabalgando en los caballos de la Apocalipsis y opulencia, con rostro y figura de un león personificado en un centauro moderno.
Después de una saga de de incertidumbres y presiones desafiantes y acusaciones asqueante, y pasar por el pozo de cieno sin supuestamente salpicarse con el excremento fétido, se profano el santuario y se “cualquierizó” el circulo de los inmaculados. Afloran los sentimientos reprimidos aplicando la máxima del príncipe Nicolas Maquiavelo, de dividir y destruir, y triunfar.
Las facciones se destacan en un campo de batalla y tumbadero de pulso a cualquier precio mientras el pueblo avizor mira desde las gradas: como se ignora, la pobreza, las realidades y escasez, y el aumento del dólar por la desconfianza y el caos, que se dispara como una horda inflacionaria lo cual fomenta la miseria y el atraso.
Los activos han crecido como espuma vanamente y sin valor económico en desmedro del consumidor, y la seguridad financiera, en cuanto al incumbente mandatario logro desactivar la olla de grillos “ pesadillezca”, manzana de la discordia que produjo el gusanito y l envidia competitiva poniendo los sentimientos como la ambición, por encima de la razón, ignorando la voz del pueblo y bienestar de la mayoría.
EL AUTOR ES POETA Y ESCRITOR
En la lucha por una virtual supremacía o caprichos personales, aflora el oportunismo, la emociones de superioridad en donde se estila una feroz y antagónica rivalidad poco ejemplarizante que parece más un actitud acrática y ambigua, con un perfil sistémico hacia la involución, propio de un troglodismo de una época ya superada.
Después del discurso del actual mandatario(que en el interino, salió el mismo por la puerta grande y de frente), esto fue un paliativo para frenar el suspenso y dualidad de tránsfugas , pancistas y “lúmpenes soñadores”, así como arribistas, que siempre viven tirando sus anzuelos a ríos revueltos, como también muchos deslenguados que usan sus zarpas para tirar polvo y embardunar imágenes impolutas.
En nombre de la corrupción y la legalidad de marra, cifran sus esperanzas en hacer el agosto cabalgando en los caballos de la Apocalipsis y opulencia, con rostro y figura de un león personificado en un centauro moderno.
Después de una saga de de incertidumbres y presiones desafiantes y acusaciones asqueante, y pasar por el pozo de cieno sin supuestamente salpicarse con el excremento fétido, se profano el santuario y se “cualquierizó” el circulo de los inmaculados. Afloran los sentimientos reprimidos aplicando la máxima del príncipe Nicolas Maquiavelo, de dividir y destruir, y triunfar.
Las facciones se destacan en un campo de batalla y tumbadero de pulso a cualquier precio mientras el pueblo avizor mira desde las gradas: como se ignora, la pobreza, las realidades y escasez, y el aumento del dólar por la desconfianza y el caos, que se dispara como una horda inflacionaria lo cual fomenta la miseria y el atraso.
Los activos han crecido como espuma vanamente y sin valor económico en desmedro del consumidor, y la seguridad financiera, en cuanto al incumbente mandatario logro desactivar la olla de grillos “ pesadillezca”, manzana de la discordia que produjo el gusanito y l envidia competitiva poniendo los sentimientos como la ambición, por encima de la razón, ignorando la voz del pueblo y bienestar de la mayoría.
EL AUTOR ES POETA Y ESCRITOR
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