La función social del trabajo traspasa los límites de la política partidaria, porque todos los que habitamos en globo terráqueo tenemos la necesidad imperiosa de alimentarnos y de lo contrario sucumbimos porque, después de la vida, la alimentación ocupa el primer lugar dentro de de la escala de las necesidades de que habla Abraham Maslow.
Los habitantes del planeta tierra estamos conminados a apoyar, cada quien desde su posición, a las empresas y/o personas que se dedican a producir, tomando el termino producir en el sentido mas amplio de la palabra, porque puede tratarse de producir alimentos, enseres domésticos, conocimientos, como es el caso de los maestros o cualquier otro nombre que usted quiera otorgarle, medicamentos, en fin, todo lo que se le puede dar el nombre de producción.
Lo anterior nos lleva a hacernos la siguiente interrogante, por que el Estado protege las relaciones laborales o de trabajo? Y su respuesta es la siguiente: ¡por su función social!.
Las relaciones laborales tienen un carácter tripartito. En ella intervienen El Estado, cuya función social es regular las relaciones entre las partes, los empleadores y los trabajadores. Los empleadores ponen el capital de trabajo a través de sus empresas y los trabajadores que ponen su fuerza de trabajo, función sin la cual el capital no se multiplica, esto es, no produce plusvalía.
Este carácter tripartito de las relaciones laborales o de trabajo produce un matrimonio obligado entre todas las partes intervinientes, ya que ambos dependen uno del otro. El Estado, en su función tutelar, tiene la obligación de reglar las relaciones de trabajo, evitando con ello que se produzcan abusos por parte de los empleadores contra los trabajadores. El empleador que provee los medios de producción con el que hace una gran función social proveyendo de empleos a los trabajadores y sirviendo de impulsador de la economía nacional y por ultimo los trabajadores, los cuales con su trabajo, no solo impulsan la economía, sino que producen plusvalía a favor del empleador que ha puesto su capital para que los trabajadores lo multipliquen con el esfuerzo de su mano de obra. Otra función social que produce el capital puesto a producir por los trabajadores es que con salario, remuneración o como usted quiera llamarle, estos mantienen a su familia.
La función social del trabajo es tan importante que, además de ejercerse con la garantía del Estado, tiene rango constitucional. Por eso, cuando un trabajador o trabajadora solicita un trabajo, esta haciendo uso de un derecho constitucional, por lo que no puede ser discriminado haciendo uso de ese sagrado derecho. Sobre esta ultima parte, podríamos seguir escribiendo en otra entrega.
Por Andrés García Mirabal